
El Observatorio de Participación Social y Territorio surge el año 2012 al alero del programa de desarrollo disciplinario denominado “Participación Social, Diferencias y Emplazamientos Contemporáneos” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Playa Ancha. Desde su origen, se ha entendido así mismo como un espacio de diálogo, investigación e intercambio entre académicos, estudiantes y actores sociales interesados en indagar y problematizar en los saberes, fortalezas y necesidades de los territorios y sus comunidades.
Su accionar se sustenta sobre una lógica cooperativa y de trabajo en equipo, que prioriza en su ejercicio una relación paritaria entre el Observatorio y los actores/organizaciones sociales; organismos e institucionalidad pública (universidades nacionales e internacionales; centros de investigación y pensamiento; ministerios, seremías) y también privada; sindicatos; corporaciones; juntas de vecinos, entre otras. Esa paridad se enmarca sobre una base epistemológica y política que tiene como ejes centrales la Ecología de Saberes; lo Decolonial; la Innovación Social; el Desarrollo Urbano y su problematización; la Perspectiva de Género, las Políticas de Comunicación; la Acción sin Daño y Construcción de Paz; el Discurso, la Ideología y el Poder; los Movimientos Sociales Agroecológicos y Soberanía Alimentaria; las Economías Heterogéneas; las Políticas Sociales, Pobreza y Envejecimiento; la Etnografía Urbana.
El colectivo que constituye este Observatorio tiene como objetivo constituirse en un traductor permanente entre el saber que genera la Universidad, en este caso, las Ciencias Sociales, y los saberes y necesidades de los territorios y sus comunidades, por intermedio de una relación virtuosa de trabajo que se expresa en la ejecución de proyectos de investigación conjuntos, diagnósticos, publicación de artículos, capacitaciones y todo cuanto pueda enriquecer el diálogo entre la Universidad y los actores sociales.
Un elemento fundamental, que dota de sentido al Observatorio, es su condición de Semillero. Es decir, situarse desde una perspectiva formativa ofrecida para estudiantes de pre y de postgrado interesados en integrar un colectivo de trabajo que privilegia las relaciones paritarias y de horizontalidad, circulando estrategias metodológicas y políticas que combinan la experiencia y conocimiento de investigadores más experimentados con la condición formativa los estudiantes, mediando así entre los conocimientos teóricos y su puesta en circulación con sentido para los futuros profesionales e investigadores. De este modo, los equipos de investigación conformados han logrado incorporar decenas de estudiantes en sus procesos, ofreciendo una línea formativa que aterriza los procesos formativos y los relaciona con problemáticas, saberes y experiencias situadas en la ciudad, la región y el país.