Educador popular Oscar Jara se hace parte de la Escuela de Formación Popular y lidera sesión de Sistematización de Experiencias en Ex Comi Barón

En la segunda sesión del tercer módulo “El querer de las Memorias”, la Escuela de Formación Popular se trasladó hacia el Sitio de Memorias y Espacio Comunitario Ex Comisaría Barón, donde hicimos un respetuoso recorrido por el ex sitio de Detención y Tortura ubicado en cerro Barón de Valparaíso, donde Beatriz Saavedra e Ingrid Tejeda, nos guiaron y contaron la historia del lugar. Allí también, se llevó a cabo la jornada  coordinada por nuestro invitado internacional, el sociólogo y educador popular peruano-costarricense, especialista en Sistematización de Experiencias y Presidente Honorario del Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), Oscar Jara, quien promovió una actividad reflexiva entorno a una actividad reflexiva para las y los representantes de organizaciones sociales, y al final, nos regaló su interpretación de la canción “Todo cambia” del chileno Julio Numhauser.

Luego de compartir el desayuno habitual de cada día sábado en la Escuela, nos dió la bienvenida Beatriz Saavedra, miembro de la Corporación Comunidad, Memoria e Integración (C.O.M.I), organización encargada de mantener activa la memoria con el foco en la recuperación del espacio y la reconstrucción histórica del lugar desde la autogestión. Dentro de sus acciones y desafíos, está el ser un espacio abierto a la comunidad y consecuentemente, impulsan la implementación de talleres y actividades artísticas, buscando contribuir a la vida digna y el quehacer comunitario, promoviendo el respeto y la defensa por los Derechos Humanos, aportando a la Verdad, la Justicia, la Memoria y la Reparación.

Beatriz, nos recibió en la entrada de la Ex Comisaría Barón, donde inició el recorrido guiado. Desde allí, nos contó la larga historia que tiene el edificio, la cual data desde 1871 hasta la actualidad, años en que el inmueble ha tenido diversas funciones, como: un mercado público, una escuela pública, cuartel de reclutamiento para la Guerra del Pacífico, retén de la policía urbana y distintas comisarías de Carabineros, hasta el año 1973, donde se comenzó a utilizar (en manos de la misma institución) como centro de Detención y Tortura hasta el año 84 según el informe Valech, aunque según relatos de personas que se han acercado al lugar, las torturas continuaron en años posteriores.

Continuando el recorrido, caminamos por las celdas más recientes del edificio mientras Beatriz nos relataba el tipo de torturas que se ejercían allí. “No solo en Chile, sino en Latinoamérica, muchos de los métodos de tortura eran sistematizados, generalizados entre sí. Y acá, lo que se destaca dentro de los testimonios, era el uso de corriente en las torturas”.

Luego, nos dirigimos al patio central que denominaron como “el patio del matico”, donde continuó el relato sobre la historia del lugar, Ingrid Tejada, también miembro de C.O.M.I.

“Cuando ingresaron los compañeros acá y abrieron este lugar, las hierbas, el matico, el pasto y la maleza sobrepasaban esta estructura que vemos, y los chicos empezaron a limpiar. Hubo momentos en que el matico aparecía por allá y seguía saliendo y seguía saliendo, y finalmente se puso un cierre de cemento sobre ese lugar y el matico apareció sobre otro lado. Y bueno, en la conversa y en la reflexión, el matico es una planta que se ocupa para sanar las heridas… desde ese lugar y ese momento, este patio es el Patio del Matico, resignificado por el mismo matico, que para nosotros también significa la resistencia permanente que damos en este lugar”.

En ese patio, también se encuentra el mural diseñado y pintado por el Colectivo Mural Parlante, que fue co-creado con la organización con la misión de reflejar tanto la historia del lugar, su contexto, las memorias que han contado las y los vecinos sobre el periodo de Dictadura civil militar (y también en otros), y los valores, sueños y visiones que les mueven en el presente por un mejor futuro, con bases sólidas en la justicia.

Ingrid, hizo énfasis en una parte en específico del mural, donde sale una mujer de mirada llorosa tapando los ojos de su hija, porque en los relatos que han ido entregando vecinas y vecinos del sector, contaban que tenían que pasar por ahí afuera a comprar a un negocio que quedaba en la esquina y ellos recordaban que las mamás les decían que pasaran por el frente, con cuidado, e incluso “habían algunos que las mamás pasaban y le tapaban los ojos a los hijos para que no miraran, porque aquí se mataba”.

Llegando al final del recorrido, Beatriz nos guió hacia las celdas del subnivel, donde nos contó que fueron utilizadas en el periodo de Dictadura civil militar como lugares de detención, hacinamiento y tortura a las personas presas políticas. “Cuando se recuperó el espacio, se dieron cuenta compañeras y compañeros que existían rallados políticos, donde hay expresiones que compañeres prisioneros rayaron en las murallas y hasta el día de hoy perduran.” 

Con un sentido de profundo respeto por las memorias y dolores que guarda el edificio, Beatriz nos invitó a recorrer las celdas. Allí, pudimos observar los rayados que albergan las paredes aún a través de las décadas: siglas del FPMR, frases como “socialista ahora,  A-8”, “arriba la lucha”, nombres de quienes estuvieron detenidos y detenidas allí y distintas simbologías que ni los años ni las capas de pinturas han podido ocultar.

Finalizado el recorrido, volvimos al ‘patio del matico’, donde se llevó a cabo la sesión de Sistematización de Experiencias, mediada por Oscar Jara y que retomó, en cierta medida, el trabajo iniciado por Luis Barreras y Margarita Pacheco en junio del presente año.

“Un gusto poder estar con ustedes, (…) compartiendo este momento privilegiado que tenemos, que 50 años después tenemos que re-enfatizar el poder rescatar aquellos elementos y aspectos que ocurrieron, enseñanzas para que no ocurran nunca más, y estar aquí (…) nos hace pensar también en las historias de las personas de estas memorias… o sea, las memorias tienen que ver con vida, tienen que ver con personas que han dejado una huella y que muchas veces, precisamente se ha querido eliminar, dejar en el olvido; y rescatarlo e identificar esos elementos de la historia es fundamental.” 

De esta manera, Oscar dió inicio a la actividad en torno a la Sistematización de Experiencias, que consistió de tres momentos, en los cuales el foco principal estaba en la identificación y rescate reflexivo de las propias historias y procesos organizativos que las organizaciones sociales asistentes han vivido desde 2019 hasta la actualidad, para luego graficarlos e ilustrarlos en papelógrafos de manera libre. A continuación, se reunieron en dos grupos, uno que discutió sobre la idea de elementos que visualizan en sus reflexiones que hayan favorecido o dificultado la vinculación con personas no organizadas y recomendaciones futuras sobre ésto; el otro grupo, trabajó la misma idea en torno a la vinculación con niñeces, para finalmente, compartir sus opiniones y experiencias en una plenaria común.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Educador Popular, enfatizó en que la idea de rescatar y resignificar las memorias y las distintas vivencias de las organizaciones, permite reflexionar en torno al sentido que tienen hoy, para así, recoger enseñanzas para el futuro.

“Hubo una escogencia de una mirada crítica para no solamente identificar los momentos, sino para verlos como trayecto y para poder analizarlos. Una cosa es lo que vivimos y otra cosa es lo que podemos aprender de lo que vivimos… no necesariamente siempre aprendemos de todo lo que vivimos, por eso debemos desarrolar la capacidad para convertir en aprendizaje esa riqueza de experiencia; pero además, los procesos de aprendizaje no son individuales, sino que este espacio de escucharnos, mirarnos, abrazarnos, tocarnos, sentirnos, ver cómo presentamos con la creatividad que ustedes han expresado… todo eso, al final, se trata de co-razonar porque todo eso se nos va quedando en el corazón.”

Así también, surgieron reflexiones desde las organizaciones sociales asistentes, sobre los desafíos que se deben afrontar a la hora de relacionarse con las y los vecinos o personas no organizadas. Dariel Jara, miembro de la Organización Ambiental Comunitaria Entre Cerros, expresó:

“Creo que es importante no verlo desde una perspectiva arrogante (y) también aprender de los procesos y los errores, sobretodo como en el proceso Constitucional, donde no se llegó a muchos sectores, donde se polarizó el lenguaje desde actitudes arrogantes de los propios sectores de izquierda o de los espacios que estamos en lucha. Es un desafío este planteamiento de la unidad, cuando hay principios que a veces se contraponen… pero también, no olvidar que es importante habitar la contradicción, independiente de que haya un montón de esperanza y de prácticas transformadoras, somos personas que también habitamos la contradicción, organizaciones que también lo vivimos desde ahí, y que es un desafío construir con el vecino y la vecina de esa diversidad territorial sin aplastar o anular también esa identidad. Lo político implica también a quién no ha tenido la experiencia de organizarse, entonces creo que es un desafío no reproducir adoctrinamiento y así seguir sembrando la esperanza.”

Para culminar la sesión, Oscar presentó un video sobre una experiencia del programa  Infocentros de Venezuela, sobre la Sistematización de Experiencias en conjunto con las comunidades y poniéndolas en el centro como protagonistas de sus propios procesos, para que así, cada una y uno, reflexionara sobre cómo compartir lo vivido y aprendido en la sesión con sus respectivas organizaciones. 

Finalmente, el educador popular manifestó su co-razonar con el grupo de la Escuela e interpretó en conjunto con las personas participantes la canción “Todo cambia” de Julio Numhauser, quien estuvo 20 años exiliado en Suecia por los peligros que corría su vida en el periodo del Golpe Cívico Militar en Chile. Momento muy emotivo que incitó a todas y todos a corear su hermosa letra, especialmente por el contexto conmemorativo que vive el país en el mes de septiembre por cada vida robada en manos de la Dictadura. Con los ojos llenos de lágrimas y el corazón encobijado en esperanzas por la unión de personas con el deseo común de un ‘nunca más’, despedimos la sesión y agradecimos enormemente a Oscar por su entrega, su humildad y cercanía para con todas y todos, con un ¡hasta pronto!



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Observatorio de participación social y territorio | Universidad de Playa Ancha