
La Escuela de Formación Popular (EFP), impulsada por la red Co-razonar los Territorios en Valparaíso que desde inicios de junio sesiona los días sábados, llevó a cabo su cuarta sesión, esta vez, en las dependencias de la Escuela Básica Intercultural Laguna Verde. La directora, Laura Ríos, junto a profesoras y profesores del establecimiento abrieron las puertas del lugar para recibir a la Escuela y también, para dar a conocer parte de su historia y lucha por la consolidación de su colegio, un proyecto pionero en términos de educación intercultural en la región.
Constantemente los días sábados, la Escuela cambia su lugar de congregación para la realización de las sesiones, escogiendo entre sedes de organizaciones sociales, parques municipales y otras dependencias del Gran Valparaíso que puedan estar disponibles para recibir a las más de cuarenta personas inscritas. El último sábado de junio, la Escuela Básica Intercultural Laguna Verde facilitó sus espacios para el desarrollo de la sesión “Memorias Ancestrales de Pueblos Originarios”, la cual estaba planificada en función del contexto que envolvía a aquellos días: la celebración del We Tripantu y el Willka Kuti.

En primera instancia, su directora Laura Ríos, realizó un recorrido guiado por el establecimiento donde fue posible observar la huerta que mantienen en trabajo conjunto con las niñas y niños; su granja y los animales que cuidan, con los cuales además de enseñar a las y los estudiantes los cuidados que deben tener, sustentan parte de sus necesidades económicas; también los espacios de recreación y las salas del exterior que estaban organizadas de manera muy particular, con el foco siempre en la cercanía entre profesoras, profesores y sus estudiantes; y además, los diversos árboles nativos que estaban por toda la escuela. Sin duda alguna, un lugar muy acogedor, en el cual es posible observar en cada rincón sus focos de preocupación: el respeto por las infancias, los pueblos originarios y el medio ambiente.
“Cuando tomamos este camino, nos dimos cuenta que en la comunidad había un montón de necesidades. Por esto, nuestra escuela tiene cuatro sellos bien marcados, que son: deportes, medio ambiente, las artes e interculturalidad, la cuál (esta última) más allá de nuestra visión o pertenencia con algún pueblo originario, tiene que ver con su cosmovisión, cómo respetamos y le enseñamos a los niños a relacionarse desde esa mirada.” Fueron las palabras de Daniel López, profesor y Encargado de Convivencia en la Escuela Intercultural de Laguna Verde.


A continuación, hermanas y hermanos de pueblos originarios dieron inicio a una ceremonia de bienvenida a la sesión, acompañado de cantos diaguitas se ofrendó a la madre tierra por todos los regalos que día a día ofrece, por la presencia del sol y la abundancia de lluvia que ha caído en estas últimas semanas.
Concluída la ceremonia, comenzó la cuarta sesión del primer módulo de la Escuela de Formación Popular, la que llevó como título “Memorias Ancestrales de Pueblos Originarios” y que consistió en una breve presentación de las y los miembros pertenecientes a los pueblos Diaguita, Mapuche y Aymara. Dieron a conocer los aspectos más esenciales de sus culturas y también, hicieron énfasis en las deudas históricas que ha tenido Chile en relación al respeto y la preservación de sus saberes ancestrales.
Una de las educadoras perteneciente al pueblo Aymara, María Maldonado, enfatizó que “entender y comprender otra cosmovisión nos permite habitar otros mundos, entonces cuando uno dice “yo quiero aprender del mundo” es importante aprender de los pueblos, porque estoy en otra forma de existencia, de comprender otra matriz de entender cómo yo me relaciono con el mundo”.


Finalmente, se desarrolló un espacio de reflexión colectiva en la sala, donde las y los representantes de organizaciones sociales que asisten cada sábado a la EFP expresaron sus reflexiones, manifestaron sus interrogantes, inquietudes y compartieron sus visiones, desde donde además surgieron cariñosos y hermanables agradecimientos a las y los exponentes por la cercanía y trascendencia de sus relatos.
“Siempre he sentido admiración y mucha deuda con nuestros pueblos originarios, y siempre que he conocido a alguien o he tenido la oportunidad de estar en el mismo lugar con alguien de pueblos, me cuesta incluso acercarme. ¿Cómo le digo?, ¿cómo le hablo? es algo que me da vueltas y me impide finalmente conocer más, y hoy entendí que es por responsabilidad del Estado y la mala educación que hemos tenido siempre, que nos hemos visto de esta manera, como enfrentados, y que no debería ser.” Reflexionó Jacqueline Salgado, dirigenta de la Junta de Vecinos Cardenal Caro.